La Denominación de Origen Protegida Islas Canarias – Canary Wine ha organizado una Misión Inversa este mes de julio, como parte de su Plan Estratégico de Terceros Países. Esta iniciativa ha recibido a tres grupos de importadores provenientes de Estados Unidos, Reino Unido y Maldivas, quienes han tenido la oportunidad de explorar la cultura, gastronomía y el patrimonio de las Islas Canarias, sumergiéndose en su rica vitivinicultura.
El objetivo de esta Misión Inversa es fidelizar a estos importadores y expandir la presencia de la marca común Canary Wine en el mercado internacional.
Las Islas Canarias, con su legado vitícola ancestral, son un tesoro para los amantes del vino. Cada isla ofrece una variedad de paisajes, microclimas y terruños que influyen en la vitivinicultura local. Los viñedos, acariciados por los vientos alisios y nutridos por la tierra volcánica, producen uvas únicas y vinos fascinantes.
Los importadores recorrieron viñedos y bodegas de Tenerife, y en el caso de los americanos, también Lanzarote y Gran Canaria. Compartieron comidas con nuestros bodegueros y degustaron sus vinos elaborados con variedades autóctonas como Negramol, Listán negro y Malvasía. La diversidad y autenticidad de la Denominación de Origen Protegida Islas Canarias – Canary Wine se reveló ante ellos en toda su magnitud.
Una de las visitas del grupo de importadores americanos en Tenerife se volvió aún más especial con la presencia del Consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero Castañeda, quien acompañó a los importadores en una de las jornadas de trabajo. Su participación enriqueció la experiencia de los importadores y destacó la importancia de la viticultura canaria.
Armados con una visión clara y precisa de la región, estos importadores seguirán promocionando los vinos canarios en el extranjero. Canary Wine, un sello de calidad que trasciende fronteras, se alza como embajador de la riqueza vinícola de las Islas Canarias.